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Leyendas del deporte
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Hace 14 años descubrió su pasión por el mundo de la ovalada. Inspirada por la alegría y camadería que irradabia su hermana Yennyfer Zamudio en el terreno de juego, decidió seguir el mismo camino. Aunque exploró otras disciplinas como hockey, baloncesto, gimnasia y fútbol, fue en el rugby donde María Fernanda González se encontró a sí misma.
"El rugby es el lugar donde me he permitido ser más que una deportista", confesó María a La 10Co. "Es un lugar donde mis emociones están a flor de piel, donde me siento feliz, frustrada, enojada, emocionada, absolutamente todo".
A sus 19 años, la disciplina deportiva le ha brindado valiosas lecciones que trascienden el campo de juego, le ha permitido conectar con su esencia y le ha regalado amistades entrañables, forjadas en la intensidad del partido y la calidez del tercer tiempo.
La dedicación de sus profesores y compañeras, su esfuerzo incansable y su constante superación son una fuente de inspiración para María F. González. "Ver todo el esfuerzo que depositan en cada una de las cosas que implica llegar a una cancha a jugar, ese poquito demás que siempre están dispuestos a dar", la motiva a seguir creciendo.
A sus 17 años, y tras presenciar la victoria de sus compañeras y hermana en una final, decidió dar el paso y unirse a Minotauros. Debutó como full back en la segunda temporada del 2022, con nervios e ilusión; un debut que culminó con una final a cuestas y el satisfacción del deber cumplido con el equipo.
La trayectoria en el club ha estado marcada por referentes que han guiado su evolución como atleta. Yennyfer Zamudio, Camilo Rincón, Oscar Forero, Felipe Abril y Erika Poveda, son algunos de los experimentados que han aportado su granito de arena en el proceso.
Aunque reconoce que las frustraciones han estado presentes, no duda en afirmar que la decisión de quedarse en el rugby ha sido un punto de inflexión en su vida. La disciplina, la independencia, el manejo de las emociones y el crecimiento personal son solo algunos de los frutos que ha cosechado, como aquel try inolvidable contra Jaguares en la primera temporada del 2023, un instante de gloria que guarda en los anaqueles de la historia con la casaca de Las Minos.
Su sueño es jugar en un equipo amateur de otro país, pero también tiene ambiciosos proyectos para Minotauros: iniciar una división femenina infantil, llegar a jugar con Tucanes y, sobre todo, conseguir una cancha propia para el club.
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