El 19 de noviembre de 2005 será recordado como la noche en la que Ronaldo de Assis Moreira, más conocido como Ronaldinho, conquistó el Bernabéu. Dejó una marca indeleble en el clásico legendario de todos los tiempos. El vestuario merengue sucumbió ante el tiki taka del 10 del Barca. 90 minutos de inspiración que marcaron la historia y culminaron con la ovación de la hinchada del Real Madrid. Así lo contó Andrés Iniesta, exjugador del Barcelona: "Poco días antes del clásico con el Real Madrid, Ronaldinho me llamó a casa en plena madrugada. Respondí al teléfono y me dijo: 'Andrés, se que son de las 3 de la mañana, pero tengo que decirte una cosa, en junio me voy del Barça. Mi hermano está cerrando un acuerdo con el Real Madrid. Son cifras increíbles a las que no puedo decir que no. Tú eres jóven, puedes entenderme...pero por favor, no se lo digas a nadie en el vestuario o en el club, no me traiciones, me fio de ti más que de ningún otro. Buenas noches, Andrés'. No me dio tiempo a decir nada -continua el manchego- cuando ya me había colgado. El día siguiente estábamos en el campo de entrenamiento y sentía un extraño silencio alrededor. Todo el equipo estaba raro, abrazaban y daban mimos a Ronaldinho como nunca habían hecho antes...Llegó el día del clásico y en el vestuario del Santiago Bernabéu, Dinho tomó la palabra y dijo: 'Chicos, hoy jugamos un partido importante, ellos son fuertes, pero en estos días he descubierto que somos como una familia. He llamado a cada uno de vosotros en mitad de la noche y os contado en confianza que me voy en junio, pero ninguno de vosotros ha hablado. Después de esto he entendido que estamos dispuestos a morirnos por dentro antes que traicionarnos. Yo me quedo aquí por muchos años...Ahora salgamos al campo y vamos a darle una lección de fútbol a esto de Madrid'". / 90min.com
La película
Transcurría el minuto 58 en casa del Madrid. El Barcelona superaba 0-1 a los locales con gol de Samuel Eto'o. Los visitantes dominaban y encaminaban la ofensiva con Ronaldinho, quien en una muestra de su talante, se proyectó por sector izquierdo, superó a Sergio Ramos con un enganche y en su llegada a las 18 dejó sin opción a la zaga merengue y engaño a Iker Casillas con un disparo rasante. La leyenda marcó su primera pincelada de la noche, porque sobre el epílogo del juego, en el 78', en una acción calcada, anotó el tercero y recibió los halagos de la afición que se rindió ante sus pies.
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