María Camila Reyes, entre sueños y goles
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María Camila Reyes, entre sueños y goles


Vistió la número en su segundo mundial de la historia. Debutó en Uruguay 2018. Crédito: camireyes_24
Vistió la número en su segundo mundial de la historia. Debutó en Uruguay 2018. Crédito: camireyes_24

Vestir la cintilla de capitán en el mundial Sub-20 de Costa Rica 2022 hace parte de los mayores retos profesionales que ha afrontado, una experiencia que marcó un antes y un después en su carrera . El torneo de corazón tico trae a la memoria el histórico triunfo ante Alemania, un hito para el país cafetero y para María Camila Reyes, quien entre sueños y goles ha forjado el sello de la nueva generación del fútbol femenino en Colombia. Cuatro clubes y dos copas del mundo resaltan su recorrido en el balompié. A sus 21 años es una de las referentes nacionales. Hoy viste la 10 de Independiente Santa Fe, equipo con el que ha marcado 10 tantos y ha demostrado que sus virtudes no solo están en la creación de juego.

El gol ante América de Cali en el partido de vuelta de la final está en el top de su trasegar 'Cardenal'. Es el sueño futbolero: marcar con estadio lleno y faltando pocos minutos para el pitazo final. La historia con el club no solo quedó en las redes, la impronta de la capitalina quedó en la historia del tercer título de Las Leonas por Liga, un capítulo inspirado por la hinchada y el escudo del Expreso rojo en la edición 2023.


Pasión por la redonda



Debutó a los 14 años en el FPC de Colombia. Equidad, su primera casa. Crédito: Fútbol Femenino
Debutó a los 14 años en el FPC de Colombia. Equidad, su primera casa. Crédito: Fútbol Femenino

Reyes comenzó el fútbol por pura casualidad. Si bien el camino fue claroscuro por situaciones que la confrontaron con el miedo al fracaso, el destino la tenía capítulos de ensueño junto a la redonda. La conexión con el fútbol viene de familia. Sus primos la inspiraron y de ahí nace la experiencia con las divisiones inferiores de Millonarios y Santa Fe, pero por cuestiones económicas tuvo que declinar.


Su temor le hubiera ganado de no haber contado con su mayor apoyo: su familia. Sus padres, Elberto y Esperanza junto a su hermana, Laura le dijeron que no se rindiera.


Al principio, como muchas chicas que iniciaron en el fútbol, jugaban con niños. Pero Laura afirma que su hermanita no se dejaba intimidar. Ella jugaba a su altura e incluso mejor que varios de sus compañeros. Cuando la veía patear el balón, Laura sabía que María Camila estaba destinada a grandes cosas. En ese momento tenía seis años. Poco a poco fue aumentando su pasión por el deporte y su padre, convencido de su talento, decidió inscribirla en una escuela de formación para fútbol femenino. Este sería el equipo con el que crecería como futbolista y como persona, La Aurora de Bogotá. Ella ingresó a los 9 años y cuando la veía jugar, la entrenadora Claudia Díaz sabía que tenía una joya frente a ella. Es una jugadora integral, que tiene sus objetivos claros dentro y fuera de la cancha. Además es inteligente y rápida. Para Díaz, como su hermana Laura, vio que Reyes estaba destinada a grandes cosas con el fútbol.

La historia de María Camila Reyes conectó con el Pony Fútbol, el espacio que la catapultó años después para ser fichada por la Equidad. Si bien la situación económica de la familia trastocó en principio los sueño de fútbol de la deportista capitalina, el amor por el balompié pudo más y el debut profesional llegó a los 14 años. El fichaje con el equipo Asegurador fue la mayor victoria de su carrera. Su familia no paraba de gritar y llorar. Inmediatamente recordaron las palabras de Claudia, quien ha sido vital en el proceso de María Camila, cuando aseguraba que si seguía con su disciplina podría llegar a ser una de las mejores 10 de Colombia. Entre sueños y goles, la capitalina está ad portas de su primer título profesional y de la primera copa del mundo con la selección absoluta. Con información de Fútbol Femenino ** Te puede interesar

Manuela Vanegas, sueños de gigante. Es una de las referentes del fútbol femenino en Colombia. Su marca trasegó del corazón de Antioquia a la región de San Sebastián en España.

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