Jordie Barret, herencia Taranaki
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Jordie Barret, herencia Taranaki



 

"Jugar descalzo en las frías mañanas de Taranaki" es uno de los grandes recuerdos de infancia que guarda el fullback de los All Blacks, Jordie Barret. La fortaleza y alegría que transmite en el terreno de juego, la refleja en su día a día con la familia, y en aquellos momentos de desconexión para jugar golf en Wellington, la cuidad que acoge con los Hurricanes, el equipo de la ciudad. Desde su infancia, Jordie estuvo marcado por los deportes. A los 8 años empezó con la disciplina del 'Rey' Tiger Woods, al que siguió su amor por el rugby, que estuvo marcado por el legado de Ali Rothwell, quien le enseñó afrontar los retos desde pequeño cuando jugaba para la primaria de Rahotu. El mundo del cricket también marcó el camino, pero decidió seguir el paso All Blacks.

 
 

El amanecer de Taranaki trazó leyendas en la historia del fullback. Los recuerdos de la finca ubicada en Cape Egmont Lighthouse, oeste de la isla norte de Nueva Zelanda, escribieron capítulos que rememoran la saga Barret: "Sin duda ayudo tener acres y acres de campo, un patio trasero donde estuviesen los arcos y muchos primos y hermanos para jugar y competir", relató Beauden Barret, hermano mayor de Jordie, para CNN.

 
 

El vuelo alto del hermano menor de los Barret se encamina a la Copa Mundial de Japón 2019, la que espera conseguir y celebrar con un buen trago de leche fresca, tal como lo hicieron en 2015, cuando Beauden y Scott conquistaron el título en Inglaterra. A sus 22 años, la afición kiwi recuerda aquel 16 de junio de 2017, día que escribió su primer test su como fullback ante Samoa.

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