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Leyendas del deporte
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Cuando la selección 'charrúa' salta al terreno de juego los focos están puestos sobre el dorsal cinco, el número que representa el equilibrio y liderazgo del equipo celeste. Fabricio Díaz es quien la porta, es el emblema de la nueva generación Sub-20 del fútbol de casa.
Vestir la camiseta de Uruguay en una copa del mundo ha marcado su trayectoria profesional. 'Representar a mi país es el orgullo más grande que puedo tener', relató el volante a La 10Co.
Desde chico siempre soñó con portar el escudo de su nación en el certamen más emblemático del balompié. El mundial en Argentina 2023 ha sido una oportunidad memorable en su carrera y en su evolución como atleta.
En su identidad de juego está el sello técnico de Pablo Bengoechea y la gallardía de Arévalo Ríos, la combinación de dos históricos de la mayores de Uruguay.
Su visión de juego le permitió compartir concentración con los jugadores que representaron a Uruguay en Qatar 2022. Una experiencia que aportó madurez y revalido su ADN uruguayo para vestir la cintilla de capitán en la juvenil.
"Poder representar a mi país como capitán, en la Copa Mundial, es el orgullo máximo. Es algo que siempre soñé y estar viviéndolo es una locura”, relató a FIFA el volante central.
La historia data que la selección 'charrúa' había estado muy cerca del título mundial de la categoría pero Argentina en 1997 y Francia en 2013, salieron avante en la final. Este año en tierras ajenas el anhelado título se cumplió: 'Es una locura, capaz que todavía no caemos en la realidad. Es la gloria máxima', expresó Díaz tras el pitazo final en La Plata (ARG).
Liverpool de corazón
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