
Más de 15.000 espectadores engalanaban la fiesta del gol en Edmonton, Canadá. Las gradas vestían de amarillo, azul y rojo, la contraparte, de azul y blanco. Colombia y Estados Unidos se jugaban el pase a cuartos de final, el partido soñado para Catalina Pérez, el anhelado debut en una Copa Mundial de la FIFA.
