Sham AlGhamdi, Arabia
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Sham AlGhamdi, Arabia

«Mi hermana Bayan y yo jugamos al fútbol durante siete años en la Academia del Arsenal en El Cairo. Al regresar a Yeda, en 2013, no nos quedamos paradas. Buscamos más chicas y creamos un equipo, el Jeddah Eagles Football Club», explica a este periódico Bireen Sadagah, la fundadora y capitana del equipo campeón de la primera liga de fútbol femenina en Arabia: «El fútbol es mi vida, mi amor, mi pasión. Siempre quise jugar al fútbol. Lo he perseguido con locura desde pequeña», revela Bireen, que además de conseguir su sueño a los 31 años trabaja como directora de finanzas en una importante compañía química del país. Una mujer de éxito en Arabia cuya tenacidad logró sacar adelante la Women Jeddah League. La primera edición se jugó entre octubre y diciembre del pasado año, y lo hicieron seis equipos a doble vuelta. Diez partidos en total. Ella levantó el título final: «Hemos cumplido un sueño y no queremos parar. Los próximos objetivos son conseguir una televisión que retransmita el torneo, aumentar los equipos y, por qué no, ampliar la liga a nivel nacional. Nosotras tenemos mucha fe en nuestro país. Esto ya no tiene marcha atrás».

Jugadoras, entrenadoras, cuerpo médico, aficionadas... todas las personas involucradas en este proyecto, como también la princesa Reema bin Bandar Al Saud, embajadora de Arabia en Washington, son mujeres. Y aparte de Bireen, hay más involucradas que apuntan alto. ¿Se imaginan una mujer de este país arbitrando en un Mundial? Quizás lo veamos en 2023, o en 2027. Hay mucho avanzado ya: «He tenido que superar muchas barreras e impedimentos, pero si amas lo que haces y tienes paciencia, puedes alcanzar tus sueños», explica a ABC la joven de 22 años Sham Al Ghamdi, la primer mujer árbitro de Arabia Saudí.

 
 

Con una sonrisa profidén que relumbra tanto como el imponente sol que sitúa el mercurio en Yeda en 30 grados en pleno invierno, Al Ghamdi nos atiende plena de felicidad. Nacida en esta ciudad en 1997, estudia literatura inglesa en la Universidad pero lo que ella realmente quiere es ser colegiado profesional. Lo tenía claro desde los nueve años: «Desde muy pequeña he sido fanática del fútbol. Me ha gustado siempre seguir cada detalle del juego y no entendía por qué siempre se le culpaba al árbitro de todo. Por eso quiero ser uno de ellos».

Sham no lo tuvo fácil. Su único modo de ver fútbol era en la televisión y a nivel privado en su casa. Allí encontró el apoyo de sus padres, nada sencillo en Arabia: «Ellos siempre creyeron en mí y me animaron a ser lo que quisiera ser. Estoy muy orgulloso de cómo me han apoyado y educado». Esos partidos que veía en su hogar y el libro de reglamento de la FIFA, que se sabe como el típico empollón de clase la materia, fueron sus dos soportes de enseñanza para saber de fútbol. El premio le llegó hace tres meses: «Había pitado algún que otro partido amistoso, y desde octubre soy la árbitra de la Women Jeddah League».

Además, ya ha asistido a varias reuniones FIFA para árbitras, en las cuales ha podido aprender y crecer de la mano de Marai al Awaji, el mejor árbitro de la historia de este país; la considerada mejor árbitra del momento, la japonesa Sachiko Yamagishi; y la que ha sido la número uno de todos los tiempos, la americana Kari Seitz, con cuatro Mundiales y cuatro Juegos en su haber, y actual miembro del Comité Arbitral de la FIFA: «Ellas me están enseñando mucho. Soy una privilegiada».

CORTESÍA DE ABC FÚTBOL

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