“En 1986 una novia que tenía y que tomaba fotos para el periódico de la universidad me invitó a un partido de rugby. Cuando vi el juego me enamoré y el siguiente fin de semana empecé a entrenar”
Al principio utilizábamos botellas de dos litros de gaseosa llenas de agua como pelota” / El Espectador / Hans Rausch
Estas historias marcaron los primeros trazos del rugby colombiano. Bajo el legado Rausch comenzó el camino del deporte que hoy día tiene 19.000 representantes, que buscan y han escrito en la historia en las diferentes categorías del deporte nacional.
En 1985 en la Universidad Estatal de Pittsburg, Kansas, el amor y pasión por el rugby cambiaron la vida del joven que pasaba sus días entre los libros de administración de empresas y los Gilbert, que más adelante, escribirían sueños en su patria.
La Liga de Antioquia, Atlántico, Bogotá, entre otras, son algunos de los recaudos que ha dejado el trabajo de hace más de 30 años, y que se ve representando a nivel internacional con el vuelo alto de Los Tucanes.
