En el panorama del fútbol surcoreano, pocos nombres resuenan con la reverencia y el afecto que genera Cesinha.
El delantero brasileño, cuyo nombre de pila es Carlos Eduardo de Oliveira Alves, se ha convertido en sinónimo del Daegu FC. Su llegada a Corea del Sur no fue la de una superestrella, sino la de un talentoso líder en el terreno de juego.