"Yo compartía habitación con “Santi” (Santiago Giraldo) y a él, a los 18, le empezó a ir muy bien, mientras yo me empecé a quedar. Hasta que gané mis primeros puntos ATP. Eso fue en Bolivia. Recuerdo que lloré de alegría y alcancé a decirme: “¿Y yo por qué estoy llorando?”. / Robert Farah / Revista Bocas