
Hace 14 años, Fabio Grosso transformó el penal decisivo de la final de la Copa Mundial de la FIFA 2006™. De un potente disparo, propició que la Squadra Azzurra añadiese una cuarta estrella a su elástica e inscribió de paso su propio nombre entre las leyendas históricas del fútbol italiano. Sin embargo, ningún elemento permitía pronosticar que el lateral izquierdo fuese a convertirse en el salvador de su selección.
“De Rossi quería ser el cuarto en lanzar y luego me dijo que iba a tirar el tercero y dejarle el siguiente a Del Piero. Hacía falta un quinto lanzador. Miré a Fabio Grosso y le indiqué que iba a ser el quinto. Él me preguntó ‘¿yo?’ y le dije que sí, porque había conseguido el penal contra Australia en el minuto 90 y también marcó el gol contra Alemania en el 118. Le dije que iba a tirar de último y él me respondió ‘vale”, explicaría su seleccionador, Marcello Lippi. De este modo, el protagonismo regresó a un jugador acostumbrado a actuar en un segundo plano.
Antes y después de él, otros llegaron a acaparar titulares sin estar en un principio entre las estrellas de su combinado nacional. Repasamos sus logros.
