Es el ‘Niño Maravilla’ del fútbol estadounidense. Con 22 años y 5,8 pies de estatura, dribla rivales en la Premier League y en su selección. Desde su aparición profesional, con apenas 16 años, el nacido en Hershey, Pensilvania, se proyecta para ser el mejor jugador de la historia del país. Lo que pocos saben es que todo empezó desde antes de que naciera, con su padre y también futbolista, Mark, el maestro de Cristian Pulisic
Pero Christian Pulisic no solo es hábil para el fútbol sino para cualquier deporte, incluido el golf. Y además es tremendamente competitivo: siempre quiere ganar. Así, entre habilidad natural, una guía correcta y una mentalidad fuerte, se logró que el alumno superara al maestro (o el hijo al padre) y que Estados Unidos esté viendo el nacimiento de un futbolista que podría superar a Landon Donovan y a Clint Dempsey como referente del fútbol del país.
Mark le escapa a la soberbia y no afirma que su hijo sea la joya del fútbol de Estados Unidos. Apenas atina a reconocer que con él se demuestra que hay mucho talento en el país y que solo hay que saberlo trabajar.
Espera que en el futuro casos como el de Christian se repitan con más frecuencia para que Estados Unidos se convierta al fin en una potencia mundial.